Page 82 - MONOGRAFIA 25, de Esclerosis multiple
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 FACTORES AMBIENTALES
DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
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1.3.1. Función metabólica
Los componentes de la microbiota son capaces de degradar componentes de la dieta no digeribles por el TGI humano y generar nutrientes asimilables o con importantes funcio- nes metabólicas. La microbiota participa en la síntesis de vitaminas y es responsable de la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), principalmente acetato, propionato y butirato. Estos AGCC llevan a cabo funciones muy importantes tanto al nivel intestinal (diferenciación celular del epitelio intestinal y absorción de iones), como sistémico.
La actividad metabólica de nuestra microbiota es comparable a la del hígado(10), no solo por su acción directa sobre los componentes de la dieta sino también por su capacidad de regular la expresión de genes humanos implicados en el metabolismo de nutrientes.
1.3.2. Función protectora
Las poblaciones constituyentes de un ecosistema superpoblado, como es la microbiota intestinal, interaccionan entre sí hasta alcanzar un estado de equilibrio en el que sus miembros tratan de evitar la incorporación de microorganismos transeúntes(11). Para ello llevan a cabo estrategias de exclusión competitiva (competencia por el espacio y los re- cursos disponibles) y la producción de ácidos y/o sustancias antimicrobianas que evitan el crecimiento de organismos ajenos al ecosistema y potencialmente dañinos para nuestro organismo. Por otra parte, contribuyen a la integridad de la barrera intestinal, principal- mente mediante la producción de AGCC, y a la degradación de sustancias xenobióticas que resultan dañinas para el hospedador.
1.3.3. Función reguladora
Las interacciones entre el sistema endocrino y la microbiota intestinal son numerosas. Por una parte, la microbiota es capaz de producir y responder a hormonas como la do- pamina, la serotonina, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) o la noradrenalina. Por otra parte, su crecimiento y expresión génica (formación de biofilms, virulencia) pueden regularse mediante la secreción hormonal y viceversa; su composición es determinante en la regulación de procesos endocrinos como la homeostasis energética (regulación de leptina y grelina). Aunque se desconocen los mecanismos precisos por los que tiene lugar la interacción, el papel de la microbiota intestinal en la regulación hormonal es determi- nante e influye en multitud de respuestas como el comportamiento, el metabolismo, el apetito, el crecimiento y la reproducción.
1.3.4. Función inmunitaria
Hasta la fecha, desconocemos los mecanismos precisos que determinan la formación de una u otra microbiota. Sin embargo, sabemos que la adquisición de la misma es un factor fundamental para la maduración el sistema inmunitario innato y adquirido.
La adecuada interacción entre los microorganismos y el sistema inmunitario en las primeras etapas de la vida conduce al establecimiento de una “tolerancia”, caracterizada por una respuesta inmunitaria reducida frente a bacterias no patógenas y antígenos ali- mentarios. De hecho, se considera que la adquisición de una microbiota adecuada en los inicios de la vida tiene efectos inmunitarios funcionales a corto, medio y largo plazo(12).
La microbiota también interviene en la maduración de las células T helper (Th) y en su di- ferenciaciónacélulasTh1,Th2,Th17yTreg.Encondicionesfisiológicas,losreciénnacidosse
  




















































































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