Page 68 - MONOGRAFIA 25, de Esclerosis multiple
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 FACTORES AMBIENTALES
DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
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Los antioxidantes (DHA, resveratrol, bicyclol, vitamina C y E) podrían tener algún papel para contrarrestar el estrés oxidativo(19).
3. TABACO
Fumar cigarrillos o fumar en pipa de agua(20) ha sido identificado como factor de riesgo para el debut de la EM (OR: 2-1,4)(3). El riesgo es acumulativo según la exposición y es necesaria la combustión y el contacto con el pulmón, pues este efecto se pierde cuando el tabaco se consume oral o se administra solo nicotina; esto sugiere que el riesgo está en las sustancias alquitranadas del humo del tabaco(21). El periodo crítico de exposición no está claro, pero hay datos que sugieren que es más intenso en adolescentes y jóvenes. Es posible que el aumento de la incidencia de EM en mujeres se deba a que la mujer ha incrementado el hábito tabáquico en las últimas décadas(4).
La exposición al humo de tabaco como “fumador pasivo” también es un factor de riesgo para la desmielinización del SNC. Los resultados sugieren que la exposición al humo del tabaco en individuos con HLA-DRB1*15:01 interactúa para aumentar el ries- go de EM en los niños diagnosticados con encefalitis aguda diseminada monofásica(22).
El hábito tabáquico se ha asociado con una transición rápida de la enfermedad de forma CIS a EMCD y EM remitente-recurrente (EMRR) a EM secundaria progresiva (EMSP) (estudio noruego, registro NARCOMS, etc.), retraso en el diagnóstico(21,23), aparición tem- prana de complicaciones neurológicas y neurovasculares en la población fumadora con dé- ficits en distintos dominios funcionales, fundamentalmente la visión y el deterioro cogniti- vo(21,24), presentando un efecto potenciador en varones(17).
Existe mayor proporción de fumadores en EM que en la población general y estos tie- nen incrementados los fenómenos de desmielinización: intoxicación crónica por cianuro(25), ruptura de la BHE(19), efectos inmunológicos, aumento de óxido nítrico y sus metabolitos(4).
El mecanismo implicado en la etiopatogenia no es conocido; fumar modula las res- puestas neuroendocrinas a factores estresantes funcionando para calmar síntomas, como depresión y ansiedad(23). La toxicidad neurovascular inducida por el hábito tabáquico está en relación con el daño funcional sobre la BHE. La BHE está compuesta principal- mente por células endoteliales caracterizadas por poca actividad pinocítica, ausencia de fenestraciones y distribución de los transportadores de membrana de forma peculiar para el transporte activo de sustancias. Entre las células endoteliales hay complejos de unión de proteínas tales como VE-cadherina, que cuando se altera pierde el control del paso de sustancias(19) (Figura 2).
Cuando una calada de cigarrillo se inhala, una gran cantidad de componentes solu- bles y gaseosos dentro del humo pasa rápidamente a través de los alvéolos del pulmón a la circulación arterial (omitiendo el primer pase metabólico) y alcanza rápidamente la microvasculatura del cerebro. El parénquima cerebral está protegido de los tóxicos del humo de tabaco por la BHE, pero la exposición crónica a estas sustancias afecta su via- bilidad. Una BHE funcionalmente comprometida puede permitir el inicio y/o la progre- sión de procesos neuroinflamatorios y trastornos neurovasculares, que a su vez generan un círculo vicioso de deterioro continuo de la BHE. Esta fuerte respuesta inflamatoria es crucialmente relevante para definir el impacto cerebrovascular, facilitando la adhesión de monocitos a la célula endotelial y extravasación a través de la BHE.
   























































































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