Page 16 - MONOGRAFIA 25, de Esclerosis multiple
P. 16

 FACTORES AMBIENTALES
DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
16
progresión en la escala de discapacidad EDSS (Expanded Disability Status Scale), sugi- riendo que los títulos de IgG EBNA-1 puedan ser utilizados como marcador pronóstico para la conversión a EM y como marcador pronóstico evolutivo de discapacidad. En otro estudio se observó además la existencia de replicación activa periférica de EBV durante los brotes de EM, en comparación con pacientes con enfermedad estable.
Quizá el mayor obstáculo para aceptar el posible papel que el EBV jugaría en la etio- patogenia de la EM es la ausencia del virus en las lesiones patológicas de sujetos con la enfermedad. Algunos estudios realizados por PCR a tiempo real en cerebros de pacientes con EM y en linfocitos B del líquido cefalorraquídeo (LCR) de pacientes descartaron la existencia de infección activa por EBV. Sin embargo, un estudio realizado recientemente en más de 1.000 muestras procedentes de 101 cerebros con EM y 21 cerebros controles, en los que se analizó la presencia de EBV por PCR e hibridación in situ (EBER-ISH, por sus siglas en inglés), detectó la presencia de EBV por cualquiera de las 2 técnicas en el 90% de los cerebros de pacientes con EM frente a solo el 24% de los cerebros no-EM que padecían otras patologías neurológicas. Aunque la carga viral fue moderada en la mayoría de los casos, en 18 de los cerebros con EM encontraron una dispersión de células infec- tadas por EBV; el análisis inmunohistoquímico detectó la expresión de la proteína de latencia EBNA-1, pero también la de BLZF1, una proteína lítica temprana. Esta ha sido la primera demostración de que el EBV estaría presente y transcripcionalmente activo en el cerebro de pacientes con EM(8).
Sin embargo, los defensores de la importancia del EBV esgrimen la existencia de múl- tiples mecanismos por los que la infección por EBV puede incrementar el riesgo de EM sin necesidad de infectar directamente el SNC. La teoría más aceptada es la del mimetismo molecular. La infección por EBV, en pacientes predispuestos genéticamente, reaccionaría contra antígenos de la mielina, en un proceso que implicaría a linfocitos T y anticuerpos. A favor estarían: el hallazgo en los pacientes con EM de un mayor número de linfocitos T CD4+ específicos que reconocerían EBNA-1 y la identificación de 2 péptidos de EBV que presentarían reactividad cruzada con péptidos de la mielina, para uno de los cuales EBNA-1 ha demostrado ser marcador de respuesta inmune en el LCR de pacientes con EM.
Además, en otro estudio, se han identificado múltiples y significativas asociaciones entre los niveles de IgG anti-EBNA-1 con distintos factores genéticos localizados en la región HLA. Esta región genómica no solo contiene genes relacionados con la función inmune en humanos, sino que además ahí se encuentran algunos de los principales fac- tores genéticos de susceptibilidad a EM. Estas asociaciones no fueron encontradas en relación con la serorreactividad de otros 12 patógenos analizados en este estudio, con lo cual los autores concluyen que dicha asociación parece ser específica de EBNA-1. Tam- bién se ha descrito que la mayor expresión de interferón alfa localizada en áreas activas de las lesiones de EM y que se asocia con el proceso inflamatorio agudo estaría relacionada con la detección de ARN codificado por EBV (EBER); estos hallazgos sugerirían que la infección latente por EBV podría contribuir al estado inflamatorio en las lesiones activas de EM a través de la activación de la respuesta inmune innata, aumentando, por ejemplo, la producción de interferón alfa(9).
En relación con el comportamiento del EBV con los tratamientos existentes para la EM, se ha descrito que una terapia clínicamente efectiva con interferón beta se asocia con una disminución de la respuesta proliferativa de las células T frente a EBNA-1; en cambio,
  


























































































   14   15   16   17   18