Page 15 - MONOGRAFIA 25, de Esclerosis multiple
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 VIRUS
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que permanecerán de forma estable indefinidamente. La reactividad frente a EBNA-1 y 2 aparece en distintos momentos. La IgG frente a EBNA-2 aparece en la fase aguda de la enfermedad y decrece durante la convalecencia, mientras que la IgG frente a EBNA-1 se empieza a detectar únicamente durante la convalecencia y permanecerá estable a lo largo de la vida. La IgG contra EBNA-1 y la IgG contra EBNA-2 tienen comportamientos contrarios durante la inmunosupresión; así, la IgG contra EBNA-2 se eleva mientras decrecen los títulos de IgG contra EBNA-1, generando una inversión de la ratio de anticuerpos anti-EBNA-1/anti-EBNA-2 que en sujetos sanos es mayor de 1. Los títulos de anticuerpos frente a EBNA-1 son proporcionales al grado de infección del EBV por linfocitos citotóxicos y sería un fuerte marcador de la inmunidad celular del EBV.
En otras enfermedades causadas por EBV, como en el linfoma de Burkitt, el carcino- ma nasofaríngeo y en el linfoma de Hodgkin relacionado con EBV, los títulos frente a EBV permanecen elevados varios años antes de desarrollar la enfermedad. En el linfoma de Burkitt existe una elevación de los anti-VCA pero no de los anti-EBNA y la elevación de ambos se ha demostrado en carcinoma nasofaríngeo y en linfoma de Hodgkin. Como prueba de la posible implicación del EBV en la EM, se ha encontrado mayor tasa de linfoma de Hodgkin vinculado al EBV en pacientes con EM y en familiares directos de pacientes con EM que en la población general(6).
En la EM, se ha observado un incremento de los anticuerpos anti-EBV hasta 5 años antes del inicio de los síntomas. En concreto, se ha demostrado un incremento de los anticuerpos anti-EBNA y, entre estos, del anti-EBNA-1, lo que sugiere una más severa primoinfección o una reactivación de la infección acompañada por una vigorosa respues- ta inmune celular. Se ha demostrado además la presencia de linfocitos T anti-EBNA-1 mucho más frecuentemente en pacientes con EM que en sujetos sanos(7).
Otro hallazgo muy significativo es el cambio en la tasa de anticuerpos en relación con la edad. Cuando se miden los anticuerpos frente a EBV en personas antes de los 20 años, la media de anticuerpos es similar entre aquellos que más tarde desarrollarán EM y los que se mantendrán sanos. Mientras los títulos de IgG anti-EBNA permanecen estables a lo largo de la vida en los controles sanos, en los pacientes con EM se observa un incremento significativo entre los 20 y los 30 años, que posteriormente se estabiliza. Esta diferencia entre individuos que desarrollarán EM e individuos sanos es importante. Un aumento de hasta 4 veces de los títulos de IgG anti-EBNA, comparando una muestra realizada antes de los 20 años con otra muestra posterior, eleva el riesgo de desarrollar EM hasta 15 veces más.
Además, se ha visto una elevación de los títulos cuando comienzan los síntomas de la enfermedad. No se conocen las razones de este incremento de los anticuerpos edad- dependiente y se postula la posibilidad de una coinfección por otro germen que altere la respuesta inmune frente al EBV o la coinfección por otra cepa de EBV diferente a la de la primoinfección. Por último, se piensa que esta elevación de anticuerpos pudiera ser un mar- cador de reacción autoinmune que en algunos individuos desencadenaría la enfermedad.
También se ha visto que los títulos de IgG frente a EBNA-1 estarían selectivamente incrementados en pacientes con un síndrome clínico aislado (SCA), en comparación con controles sanos; además, se ha demostrado una relación entre los títulos de IgG anti- EBNA-1 con la carga lesional, con la diseminación espacial en resonancia magnética nuclear (RMN) cerebral, con la diseminación temporal radiológica, así como con la
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