Page 93 - MONOGRAFIA 25, de Esclerosis multiple
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MICROBIOTA Y ESCLEROSIS MÚLTIPLE
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tratamiento). El impacto de estos resultados en la mejora clínica de los pacientes de EM requiere de estudios adicionales para su verificación en una mayor cohorte(28).
Otros estudios han explorado diferentes vías de tratamiento, principalmente co- lonizando ratones germ free con poblaciones concretas de bacterias o administrando probióticos (Bacteroides fragilis, Pediococcus acidilactici). En casi todos los casos se ha detectado mejoría clínica en los animales y modificación de la respuesta inmune, prin- cipalmente a través de las células T reguladoras (Treg) y la producción de interleuci- nas(29). En este modelo se está estudiando también el efecto de diferentes dietas en la respuesta clínica del modelo, iniciando una prometedora línea de estudio y de posible tratamiento a través de la dieta(30).
3.2. TRASPLANTE FECAL
Actualmente, el trasplante o transferencia fecal ha despertado un gran interés como mé- todo para modificar disbiosis microbianas. Se basa en la administración de una suspen- sión o un pellet deshidratado de heces obtenida de una persona “sana” a otra persona mediante sonda, colonoscopia o enema. Es decir, se transfiere la microbiota intestinal de una persona a otra, incluyendo no solo los microorganismos cultivables sino también los que actualmente no se pueden cultivar y que, en consecuencia, no se pueden administrar en forma de un probiótico convencional.
Estos tratamientos, aunque todavía controvertidos, presentan alta eficacia en el tra- tamiento de enfermedades muy difíciles de controlar, como es el caso de la infección recurrente por Clostridium difficile. Sin embargo, el trasplante fecal se enfrenta a proble- mas prácticos importantes. La extraordinaria complejidad microbiológica, inmunológica y bioquímica de las heces depende de numerosos factores que no podemos controlar ni estandarizar. Las heces pueden convertirse en fuente de sustancias nocivas o de microor- ganismos que pueden representar un problema para la salud a medio y largo plazo, sin descartar una posible respuesta inmune ante las nuevas cepas de microbiota. El concepto de comunidades microbianas mínimas puede ofrecer nuevas vías terapéuticas para mo- dular la microbiota intestinal evitando los problemas de terapias como la transferencia fecal. Se trata de una idea novedosa y ambiciosa, cuya puesta en práctica requiere de un cuidado diseño y una laboriosa producción que probablemente se posponga todavía unos años en ser efectiva.
Recientemente, se ha descrito la eficacia de un sustituto de la microbiota intestinal, elaborado a partir de los cultivos puros de 33 especies bacterianas aisladas de heces de un único donante sano, para tratar casos de infección recurrente por Clostridium difficile en los que la antibioterapia había fracasado(31). Este estudio pionero demostró, por primera vez, que una microbiota mínima diseñada en el laboratorio es capaz de curar infecciones resistentes a los antibióticos. Entre las ventajas de estos tratamientos destacan la posibi- lidad de controlar la composición de las mezclas de cepas, la garantía de la ausencia de sustancias nocivas y patógenos, y la posibilidad de producción estandarizada a escala in- dustrial. La implementación de estas comunidades microbianas sintéticas en terapias de última generación sería de gran beneficio para los pacientes y, además, permitiría avanzar en nuestra comprensión del microbioma intestinal humano.
La investigación en el trasplante fecal en la EM está avanzando muy rápidamente, con 3 ensayos clínicos iniciados o pendientes de inicio en la base de datos de ensayos
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