Page 40 - MONOGRAFIA 25, de Esclerosis multiple
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FACTORES AMBIENTALES
DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
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estar relacionados, tampoco hay consenso en cuanto a la forma en la que están conectados. Algunos describen una relación inversa entre los niveles de vitamina D y los títulos de anti- cuerpos frente al antígeno nuclear 1 del EBV (EBV nuclear antigen 1 –EBNA-1–), al menos en población adolescente(8). Otros, sin embargo, asocian los niveles de vitamina D con la carga viral, pero no con los títulos de anticuerpos(9). Incluso hay estudios de intervención con suplementos de vitamina D en los que logran reducir los títulos de anticuerpos frente a EBNA-1, pero los efectos parecen ser temporales; mientras que a las 48 semanas sí se observa una disminución significativa, esta desaparece a las 96 semanas(10).
La vitamina D, entre sus funciones inmunomoduladoras, incluye el control de las infecciones víricas. Por tanto, cabe pensar que la vitamina D pueda regular la replicación o reactivación del EBV, el cual establece latencia de por vida en los linfocitos B. Se han propuesto diversas teorías que relacionan ambos factores; a continuación se explican 3 de ellas (esquematizadas en la Figura 3):
• Análogos de la IL-10. La IL-10 es liberada por los linfocitos T reguladores, llevando a cabo procesos inmunorreguladores. La vitamina D, como inmunomodulador, favorece la síntesis de IL-10. Ciertos virus, como es el caso del EBV, son capaces de sintetizar un análogo de esta interleucina (vIL-10). La vIL-10 actúa bien inhibiendo la síntesis de IL-10 o bien compitiendo con ella por la unión a sus receptores. En cualquier caso, la consecuencia es la desregulación del control de la respuesta inmunitaria fruto de la acción antagónica a la de la vitamina D(11).
• Competencia por los sitios de unión en el genoma. Ciertas proteínas del EBV (por ejemplo, EBNA-2) estimulan la supervivencia y proliferación de los linfocitos B, células en las que establece latencia el virus, a través de la activación del factor de transcripción MYC. Por el contrario, la vitamina D ejerce una función de control de la proliferación de los linfocitos B mediante la inhibición de MYC, favoreciendo la homeostasis. Este antagonismo podría explicar la correlación inversa que se observa entre la infección por EBV y los niveles de vitamina D en los pacientes de EM(12).
• Interacción proteica. Para que la unión del VDR a los VDRE sea efectiva, se ne- cesita la participación de otros factores de transcripción. Dentro del complejo proteico nuclear del VDR, se encuentra la proteína EBNA-3 del virus. La unión de EBNA-3 inhibe la transcripción dependiente del VDR, de manera que impide las funciones de inmunorregulación ejercidas por la vitamina D(13).
En el caso del HHV-6, a pesar de pertenecer a la familia Herpesviridae como el EBV, no existen publicaciones hasta el momento que referencien una asociación con la vitamina D. Sin embargo, sí se ha encontrado relación entre los niveles de vitamina D y la carga del HERV-W, existiendo una correlación inversa entre ambos factores(14). Debido a todo lo ex- puesto, es necesario seguir profundizando en la posible relación entre vitamina D y virus.
3.4. MICROBIOTA
Otro de los factores de riesgo de padecer EM que ha adquirido gran relevancia en los últimos años es la microbiota intestinal. En ella se engloban bacterias, arqueas, hongos y virus establecidos en la mucosa intestinal. La microbiota juega un papel muy importan- te en el organismo, puesto que lo protege de la infección por patógenos externos, regula procesos metabólicos e, incluso, participa en procesos de desarrollo y homeostasis de los