Page 9 - MONOGRAFIA 25, de Esclerosis multiple
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 VIRUS
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  RESUMEN
La esclerosis múltiple es una enfermedad compleja, de origen desconocido. Clásicamente se ha considerado el resultado de la interacción de uno o varios factores ambientales, que actuarían en las primeras etapas de la vida sobre personas predispuestas desde el punto de vista genético, generando una activación anómala del sistema inmune que a su vez reaccionaría contra componentes del sistema nervioso central (SNC) produciendo inflamación de la mielina y degeneración axonal-neuronal, en un proceso que se mantendría a lo largo del tiempo.
Entre estos factores ambientales pueden citarse la vitamina D y la exposición solar, el há- bito tabáquico, infecciones por virus, el consumo de sal y, más recientemente, la microbiota intestinal y el efecto que a través de esta tendría la dieta en el posible desencadenamiento y la evolución de la enfermedad. A lo largo de los años, han sido muchos los virus que se han estudiado en relación con la esclerosis múltiple. Los que más evidencias han acumulado, no solo como posibles agentes desencadenantes, sino también en relación con la posterior evolu- ción de la enfermedad, son dos miembros de la familia Herpesviridae, el virus de Epstein- Barr y el herpesvirus humano 6, y los retrovirus endógenos humanos (HERV), secuencias retrovirales insertadas en nuestro genoma procedentes de infecciones retrovirales exógenas que sucedieron hace millones de años. Recientemente, también se ha desarrollado una controver- sia creciente en relación con otro herpesvirus, el citomegalovirus, para el que se acumulan los estudios que lo asocian tanto con un mayor como con un menor riesgo de la enfermedad.
La presente revisión tiene como objetivo analizar las evidencias existentes hasta la ac- tualidad que relacionan a los virus anteriormente mencionados con la esclerosis múltiple y plantear cómo estas se ajustan a las teorías existentes hasta el momento acerca de la posible implicación de los virus en la etiopatogenia de esta enfermedad desmielinizante. Más allá de la mayor o menor controversia existente para todos ellos y de que todavía no se ha demostrado ninguna relación causa-efecto para ninguno de estos virus, a lo largo de todos estos años se han realizado un gran número de estudios que han profundizado en los posibles mecanismos de acción a través de los cuales estos virus participarían en la enfer- medad, existiendo un innegable cuerpo de evidencias científicas que apoyan, de una u otra manera, su papel en la esclerosis múltiple. Estos estudios nos han ayudado a comprender, además, que al igual que distintos genes estarían implicados en la susceptibilidad genética a padecer esclerosis múltiple, distintos factores ambientales, y en este caso también distintos virus, podrían estar asociados con la etiopatogenia de esta enfermedad.
      



























































































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